lunes, 1 de agosto de 2011

Al anochecer...


Quiero, quiero, quiero poder soñar con volar, quiero volver al número dos de la calle Francisco Fiol y Juán. Quiero comer moras y pringarme el polo blanco, pisar una chapa de Coca-Cola® y romperme un hueso. Quiero gritar papá hasta dejarme la garganta, llorar porque sí, tropezar y patalear, dar patadas a los helados y disculparme por mi torpeza. Quiero ponerme al sol sin darme cuenta.   

Quiero salir a pasear, que no me importe el frío, que la lluvia no moje. Disfrutar de un buen champagne con un trozo de  bizcocho casero. Que la tortilla de patata no se me pegue, e ir al supermercado y encontrar todo lo que me gusta sin más.

Quiero observar y poder ver, no tener miedo a la oscuridad y mucho menos a la soledad. Quiero llegar a vieja, jugar mucho, trabajar poco, y culturizarme más. Pero sobretodo, quiero reírme de la vida.

Quiero poder escribir hasta que se me gasten las yemas de los dedos, quiero que el papel se haga infinito. Quiero emocionar con los escrito, hacer reír al alma más triste, hacer soñar y fantasear hasta al más adulto.  Quiero mucho y necesito menos.  

Quiero…
No, no quiero, deseo.
[…]







(Finalizó la estrella fugaz)  

1 comentario:

  1. Yo también quiero, y deseo, y todo tanto... que tanto todo se me viene encima. Jou, quiero mis noches de chicas otra veeeeezzz :(

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