sábado, 3 de diciembre de 2011

San Nicolás

Yo iba a darme al consumismo, me disponía a salir por la puerta cuando por ella entró mi jefa. 
En ese momento cambiaron mis planes de sábado por la mañana... 




11:16   A.M                       
Ruta por el casco antiguo de Friburgo. 

Hoy las calles se convirtieron en una plaga de gente, muñecos de pan de San Nicolás, churros, crêpes, vino caliente, té hirviendo;  todo era poco para honrar y festejar una de las fiestas más importantes que se encuentran en Friburgo. Todo es poco para honrar a San Nicolás. 

Después de más de seis horas de paseos y caminatas, ni una ducha de agua hirviendo de más de quince minutos ha conseguido quitarme todo el frío incrustado en mis huesos. Es horrible. Estoy escribiendo esta mini entrada aún temblando después de llevar una hora metida en casa.  Pero, ha merecido TANTO la pena. Adoro el paisaje rural que presenta la ciudad donde vivo, y sobretodo, adoro esa sensación de felicidad que todo el mundo desprende en las fechas que corren. 

Señores, el frío a la ciudad, LLEGÓ. En las montañas hoy se podían divisar los primeros manchones blancos que nos acompañarán durante los próximos cinco meses.
Efectivamente, llegó el frío que tanto ansiaban los suizos, llegó y me abofeteó hasta casi dejarme sin sentido. 
Dentro de veinte minutos salimos a cenar, y sería lo último que querría hacer hoy de no ser porque vamos a cenar fondue
Adoro la fondue y todo lo que supone comerla. 






Sábado noche. Estoy agotada.
Quiero una noche de arrumacos.
18. Solo.











No hay comentarios:

Publicar un comentario