domingo, 8 de enero de 2012

Querida yo



6 de Enero de 2012


21:25 

Estoy a 10.000 metros de altitud y todavía no me lo creo. Llevo cuatro despedidas y no recuerdo ninguna tan húmeda y dura como esta última. No sé porqué estoy tan derrotada; tal vez sea porque no tengo billete de regreso, porque mi futuro es más incierto que nunca o tal vez porque hasta que no pisé el aeropuerto de Barajas no me di de bruces con el muro llamado; REALIDAD. Puede que solo sean un cúmulo de casualidades. 
Aprieto fuerte los dientes intentando ahogar la inmensa oleada de tristeza que se me viene encima, mientras intento disimular el agotamiento físico de las últimas noches; no sabría definir mi estado en estos momentos. Hoy no soy capaz de pensar en positivo, supongo que con tiempo y un poco de cariño suizo, mi estado de ánimo irá en ascenso y poco a poco volveré a sentirme medianamente bien.

Tengo que dejar de hacerme la dura, acabo de derrumbarme, necesito un hombro donde llorar. 
Izquierda, derecha, ¡estoy sola!
Estoy cometiendo un grave error. Estoy echando la vista atrás y yo misma me estoy hundiendo en este cómodo sillón. No ha sido buena idea comprarme este bloc de notas. 

¡Ahhh! Se acaban de agotar las patatas fritas a la vinagreta y en Suiza no existen. ¬¬''
Paciencia. Respira hondo, Alba.
Solo me queda armarme de paciencia y esperar la visita de alguien a la pequeña Suiza. 







1 comentario: